¿Por qué el baloncesto son tres deportes y no uno solo?
Es posible que muchos de los partidos que tu equipo gane tú estés en el banquillo. Aprende a colaborar en la victoria
Quizás esto que te voy a decir te sorprenda, pero es posible que pueda ayudarte a entender mejor el juego y a cambiar de chip con rapidez en los partidos. Se trata en realidad un otro truco práctico. Cuando juegas a baloncesto, en realidad, no estás praticando solamente un deporte sino tres: el primer deporte es cuando atacas. Ahí necesitas unas ciertas habilidades. El segundo, cuando defiendes. Ahí necesitas otro tipo de habilidades distintas a las anteriores. El tercero, cuando estás en el banquillo mientras otros compañeros juegan. Para estar ahí también se necesita dominar ciertas aptitudes.
Como puedes ver el baloncesto se parece al triatlón. Pocos triatletas son excelentes en las tres disciplinas: nadar, ir en bici, correr. Para competir dignamente es necesario tener un nivel correcto en las tres. Y aunque algunos, además, son muy buenos en una de ellas, al final suele ganar el que es capaz de mantener un gran equilibrio entre los tres. En el baloncesto ocurre lo mismo.
Muy pocos jugadores llegan a alcanzar el nivel óptimo en los tres deportes. Como es lógico vas a necesitar un nivel mínimo en todos (sí, saber estar en banquillo también), pero puedes (o tal vez te vas a ver obligado) a especializarte en alguno de ellos.
Los momentos más difíciles de un triatlón suelen ser las transiciones entre un deporte y otro. Cuando sales del agua e inmediatamente te has de poner a pedalear requiere un esfuerzo importante y has de activar otro tipo de músculos; cuando dejas la bici para ponerte a correr, lo mismo. Hay excelentes atletas que pierden sus opciones en estas transiciones. Sin embargo, el triatlón tiene una ventaja sobre el baloncesto. La rutina de cada deporte es siempre la misma: natación, ciclismo y carrera. Las transiciones del baloncesto son ligeramente distintas y en algunos casos mucho mas rápidas. Has de pasar de atacar a defender, y al revés, en unos instantes. Y a veces llevas mucho tiempo en el banquillo cuando has de salir a darlo todo en la pista.
Pensar así quizás pueda ayudarte a cambiar de chip de una manera muy rápida cuando dejas de atacar y has de ponerte a defender sin ninguna pausa o, cuando crees que mejor lo estás haciendo, ver como te envían al banquillo. Imagina, por ejemplo, que a lo mejor en los últimos dos o tres ataques de tu equipo no has podido intervenir en nada. Hay jugadores que eso les molesta y pierden la concentración. En otras palabras, se rayan. Si ves que te ocurre esto piensa en el “otro deporte”, la defensa. Ahí también te toca siempre realizar un esfuerzo máximo, de concentración y físico. En ataque quizás has pasado desapercibido (porque no te ha llegado la bola o por cualquier otro motivo) y tu equipo no lo ha notado; en defensa, un error tuyo, si no estás al máximo de intensidad puede dejar desprotegido a tus compañeros y facilitar la canasta del contrario. Si ves que no puedes destacar siempre en los dos deportes, esfuérzate al menos en alcanzar tu máximo nivel en uno de ellos.
¡Importante! Los partidos, en ataque, se suelen ganar gracias al talento individual (y colectivo); en defensa, gracias a la actitud y al esfuerzo.
Un poco más adelante te explicaré con algo más de detalle las características esenciales de estos “tres deportes”.